Magnum y la exploración del cuerpo humano
- Eduardo Fernández del Pozo
- 13 dic 2020
- 5 Min. de lectura
La Fundación Canal presenta desde el pasado 26 de noviembre en su sala de exposiciones una recopilación de las obras de un total de 14 fotógrafos pertenecientes a la Agencia Magnum de fotografía. La exhibición, titulada “El cuerpo observado”, explora la temática del sujeto y su fisicidad en relación con otros aspectos de la vida y la sociedad, y es abordada de una gran variedad de maneras distintas, tanto en cuestión de enfoque del proyecto de cada fotógrafo como en cuanto a técnicas empleadas. Debido a la situación en la que nos encontramos, el aforo se encuentra reducido, y los trabajadores allí están en constante supervisión de quién entra y sale del espacio donde se encuentra la exposición. De igual modo, la visita tiene un recorrido específico que viene marcado por líneas y flechas puestas en el suelo.
Nada más entrar, encuentras tres grandes fotografías que Tim Hetherington hizo cuando estuvo destinado en Afganistán. En ellas, retrata a tres soldados mientras duermen en sus respectivos dormitorios. El autor descubre así una de las facetas más íntima de la vida de estos soldados estadounidenses y consigue, a pesar del contexto de guerra en el que se enmarcan estas obras, transmitir al espectador la misma calma y sosiego que ellos al descansar en aquellos instantes.

Más adelante cambiamos por completo el repertorio, puesto que pasamos a encontrarnos con un enfoque radicalmente opuesto a la naturalidad de Hetherington. Vislumbramos el horror de Antoine d’Agata, cuyas fotografías indagan en la idea del cuerpo y la fisicidad humana, deformando la carne y sus límites gracias a las largas exposiciones, las cuales dan como resultado unos retratos abstractos. Su obra es surrealista y experimental, adentrándose en mundos oscuros y horribles, influenciados fuertemente por las drogas y el sexo.

A continuación, se nos presenta un mosaico de fotografías en blanco y negro pertenecientes a Olivia Arthur. La fotógrafa se interesa en este proyecto por la expresión de la sexualidad del colectivo LGTB y la comunidad queer en la India. Asimismo, también se centra en la relación entre la intimidad y los espacios públicos y privados.

Bieke Depoorter se focaliza, por otro lado, en retratar a su amiga Ágata con el paso del tiempo. Nos adentramos, pues, en su universo personal, donde resaltan los distintos escenarios y su iluminación, destacando por encima de todo la expresividad y las emociones de la modelo en relación con su ambiente.

Alec Soth desarrolla un proyecto en los que vincula paisajes urbanos de la ciudad de Niagara Falls y parejas desnudas (a excepción de una recién casada con su vestido). Deconstruye entonces la idealización que suelen tener los enamorados de este lugar exponiendo no sólo, como decimos, la realidad del entorno, sino también la de las propias personas. Con esta mezcla, se aleja de toda fantasía para capturar lo que de verdad existe y está ahí de la manera más natural posible.
Bruce Gilden aporta, como siempre, su particular estilo fotográfico a esta muestra con una gran imagen que habla acerca de la envidia y otras tantas que realizó en un funeral de la mafia. En este caso, la vertiente que trata sobre el cuerpo es la moda y el glamour.
Miguel Río Branco, por el contrario, habla del cuerpo sin indumentaria alguna. Con su serie realizada en Brasil, en la que la iluminación es natural, oscura en comparación con el flash que vimos con Gilden. Las 4 imágenes que incorpora son de un fuerte contraste y saturación y de tonalidad cálida, remitiendo al clima de las noches tropicales.

En esa misma sala se hallan también las fotografías de Alessandra Sanguinetti, quien desarrolló durante muchos años un trabajo que consistió en seguir la vida de dos primas que vivían en una granja. Las escenas que inmortaliza van desde representaciones artísticas hasta momentos más íntimos y de mayor carga simbólica. En esta serie se presentan valores y conceptos como la fraternidad, la autoimagen o la confianza.
Susan Meiselas también tiene a mujeres como protagonistas, pero en este caso a strippers de ferias inglesas y estadounidenses. Meiselas las captura mientras posan frente a la carpa o en sus momentos de trabajo, así como de descanso. En esta ocasión, la relación con el cuerpo se presencia dentro del mundo del espectáculo.


Philippe Halsman probablemente sea el que compila uno de los trabajos más alegres y simpáticos de toda la exposición. Sus fotografías muestran a grandes celebridades y personajes de relevancia social saltando, mientras él les inmortalizaba en el aire. Prima la espontaneidad y la autenticidad de los gestos de sus sujetos, entre los que encontramos a Marilyn Monroe, Audrey Hepburn, Dalí o a los mismos Duques de Windsor.

Después, siguiendo el trayecto marcado, accedemos a una habitación entera dedicada a Cristina García Rodero, la primera mujer española en formar parte de la Agencia Magnum. Sus impresionantes imágenes, impresas en un tamaño enorme, exploran la relación que mantiene el humano con las tradiciones: muestra las procesiones, las peregrinaciones y los adornos y accesorios propios de las festividades de la España oculta. Ancianas con ataúdes sobre la cabeza, hombres con cabezas de cera o disfraces del carnaval gallego son los que componen la muestra.

Y por último, llegamos a un largo pasillo de paredes de piedra con una luz tenue que acoge en su pared a los últimos 3 fotógrafos de la exhibición: Eve Arnold, Herbert List y Werner Bischof. La fotógrafa Eve Arnold acompaña a la actriz Joan Crawford en sus rutinas estéticas dentro del mundo de Hollywood: la presión y la importancia de las apariencias juegan un papel esencial; en la caption de varias fotografías se puede leer “en su mundo, una arruga es una tragedia”. Herbert List presenta, aparte, en el cuerpo masculino; con obras en blanco y negro con bastante contraste, establece un punto de unión entre el cuerpo humano y el ideal, los modelos o cánones clásicos que definen la escultura y el arte y los diluye: los mezcla hasta parecer imperceptibles; su estilo es delicado, sutil y elegante. Para finalizar, la muestra de Werner Bischof enseña 4 fotografías en las cuales observamos desnudos con gran presencia de elementos naturales o directamente juegos de luces y sombras: proyecciones o claroscuros muy intensos.


En conjunto, a lo largo de la planta, apreciamos las múltiples interpretaciones que pueden sacar distintos artistas de una cuestión común y universal como puede ser el cuerpo humano. En todo el recorrido hallamos continuidad, tradición, horror, sensualidad, crítica, identidad y contraste, entre muchos otros. Si quieres saber más acerca de la exposición, puedes ver la guía virtual en el canal de Youtube de la Fundación Canal o bien visitarla de forma presencial hasta el 28 de Marzo de 2021.
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